En un testimonio que resuena con valentía y búsqueda de libertad, ocho deportistas cubanos han roto el silencio sobre su fuga durante los Juegos Panamericanos Santiago 2023. Este grupo, compuesto por seis hockistas, un velocista y una basquetbolista, eligieron no volver a Cuba, revelando los desafíos y miedos que enfrentaron en su camino hacia la libertad.
El Plan de Escape
Yunia Milanés, una de las hockistas, relató cómo desde Cuba ya había decidido actuar. El plan de fuga se concretó en Santiago: debían salir discretamente de la Villa Panamericana, una tarea que requería precisión y coraje. «Íbamos a salir desde la cancha, pero no se pudo. Luego, salimos por distintas puertas de la Villa», explicó Milanés. El grupo se refugió en casas de amigos en Chile, tomando una decisión trascendental en sus vidas.
Momentos de Tensión
El relato de Milanés revela momentos de tensión y miedo. «Nos cruzamos con un profesor y nos tuvimos que esconder», recordó. La determinación del grupo era tal que incluso contemplaron un plan más arriesgado: huir directamente desde el aeropuerto. Estos momentos capturan la esencia de su valiente lucha por la libertad.
Motivaciones Detrás de la Fuga
Las razones detrás de esta audaz decisión son profundas. Las atletas enfrentaban condiciones precarias para entrenar en Cuba, con limitado acceso a equipamiento y oportunidades para ver a sus familias. «No teníamos calzado, ni protectores para la cara», lamentó una de las deportistas. La posibilidad de perder su lugar en los equipos nacionales si regresan a Cuba es una realidad dura, pero prefieren la libertad a la opresión.
Un Futuro de Libertad
«Aquí nos sentimos libres», afirmó Milanés, encapsulando el sentimiento del grupo. Esta fuga no es solo una huida física, sino también un acto de liberación emocional y espiritual. Estas deportistas han elegido un camino incierto pero lleno de posibilidades en su búsqueda de un futuro mejor.