El futuro de Sergio Ramos podría estar lejos de las canchas españolas. Según información de The Athletic, el defensor está en conversaciones avanzadas con San Diego, equipo que debutará en la Major League Soccer en 2025. La franquicia estadounidense busca convertir al andaluz en su «jugador designado», lo que le garantizaría un contrato lucrativo.
Compromiso actual y falta de avances en la renovación
Actualmente, Ramos tiene un compromiso vigente con el Sevilla hasta el 30 de junio. Aunque el club ha estado trabajando en su renovación, las negociaciones no han progresado como se esperaba. Si todo sigue según lo planeado, el veterano defensor de 38 años abandonará el Ramón Sánchez Pizjuán después de solo una temporada, en la que disputó 34 partidos, anotó siete goles y brindó una asistencia.
San Diego, un nuevo destino para Ramos
San Diego, la ciudad de California, será el nuevo destino potencial de Ramos. El equipo debutante en la MLS busca contar con la experiencia y calidad del jugador español como su «jugador designado». Esta posición le permitiría disfrutar de los contratos más lucrativos del torneo y ser una figura clave para el equipo en su primera temporada en la liga estadounidense.
El atractivo de la Major League Soccer
La Major League Soccer se ha convertido en un destino atractivo para jugadores europeos de renombre en los últimos años. Grandes figuras como David Beckham, Zlatan Ibrahimovic y Thierry Henry han dejado huella en la competición. Ramos podría seguir sus pasos y buscar una nueva experiencia en el fútbol estadounidense, donde podría enfrentarse a nuevos desafíos y contribuir al crecimiento del deporte en la región.
Un nuevo capítulo en la carrera de Ramos
Si finalmente se concreta su traspaso a San Diego, Sergio Ramos abrirá un nuevo capítulo en su exitosa carrera. Después de defender los colores del Sevilla y del Real Madrid, el jugador andaluz podría vivir una experiencia única en la MLS. Su liderazgo, experiencia y calidad serían un gran aporte para el equipo debutante, y sin duda dejaría una huella imborrable en el fútbol estadounidense.