Nicolás Jarry enfrenta la «enfermedad de Ménière» tras su eliminación en Roland Garros
Tras su eliminación en primera ronda de Roland Garros el pasado 26 de mayo, Nicolás Jarry (20° ATP) no ha tenido unos días fáciles. Es que actualmente el tenista nacional está luchando contra la “enfermedad de Ménière“, condición que ha afectado sus planes de entrenamiento para Wimbledon y los Juegos Olímpicos de París 2024.
La enfermedad de Ménière ha afectado el entrenamiento de Nicolás Jarry
«Se me inflamó el nervio del oído por una infección viral, por lo que perdí toda capacidad de balanceo. Ya logré desinflamar el oído para que por lo menos el ojo no se me mueva mucho, porque es un cuadro vertiginoso. Llevo tres semanas en cama», explicó Jarry a Las Últimas Noticias.
Nicolás Jarry no puede entrenar debido al «Síndrome vertiginoso de Ménière»
“Aún no estoy entrenando, no tengo la capacidad de ir a la cancha, no sé cuándo podré”, reconoció Jarry sobre las dificultades que le ha traído el diagnóstico del “Síndrome vertiginoso de Ménière“.
Jarry trabaja arduamente en su recuperación para cumplir su sueño olímpico
Pese a todo, el actual número uno de Chile no pierde la ilusión de su primera participación olímpica, por lo que trabaja arduamente en su recuperación. “Estoy aprendiendo a balancearme, que es lo que perdí. El doctor me dice que esto puede durar meses, semanas, pero estoy haciendo todos los ejercicios posibles para reducir esto (…) Me gustaría tener una fecha (de vuelta). Lo único que sé, es que no voy a retroceder“, sostuvo.
El sueño olímpico de Jarry y su participación en Wimbledon
Sobre su primera participación en la cita de los anillos, Jarry se muestra contento de que por primera vez tres tenistas chilenos participarán en el evento. “Tengo la suerte de haber clasificado, va a ser muy bonito estar ahí y vamos a ser tres. Tener ahí a Nico (Massú) presente siempre es especial, porque siempre suma tenerlo cerca. Serán semanas entretenidas junto a él”, dijo el nieto de Jaime Fillol. Su participación en Wimbledon, en todo caso, desde el 1 de julio, se ve más complicada. “Espero llegar, el doctor dice que es difícil que llegue, pero lo cree posible. Hay que hacer las cosas lo mejor posible, estoy con fe. A mí me gusta el pasto; encuentro que hay que hacer un juego más intuitivo ahí”, cerró.