La Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la decisión del CNTV (Consejo Nacional de Televisión) respecto a la prohibición de las publicidades de casas de apuestas durante el horario de protección de menores. Según el tribunal, la emisión de estos anuncios en ese horario viola la ley 18.838, ya que se consideran inapropiados para menores de edad, al fomentar actividades de apuestas relacionadas con juegos de azar.
Respaldando el fallo de la Corte Suprema
La Corte de Apelaciones respaldó la ilegalidad de la promoción publicitaria de las casas de apuestas dirigida a menores de 18 años, en concordancia con el dictamen de la Corte Suprema. Con esta decisión, se establece un precedente importante en la regulación de este tipo de publicidad, y se fortalece el rol del CNTV en la protección de las audiencias más vulnerables.
Fallo histórico para la regulación publicitaria
Es importante destacar que este fallo, que confirma la ilegalidad de las publicidades de casas de apuestas en horario de protección de menores, marca un hito en la regulación de la publicidad en Chile. La decisión de la Corte de Apelaciones reconoce la necesidad de proteger a los menores de edad de los mensajes publicitarios que promueven actividades de apuestas.
Argumentos legales en favor de la prohibición
La Corte de Apelaciones argumenta que la promoción publicitaria de casas de apuestas durante el horario de protección de menores es ilícita porque atenta contra el bienestar de los menores y promueve actividades de juegos de azar que están prohibidas para ellos. Esta medida busca prevenir que los menores sean expuestos a mensajes publicitarios que promuevan conductas de riesgo.
Recurso de reclamación presentado por CHV
El fallo de la Corte de Apelaciones se dio tras el recurso de reclamación presentado por CHV (Canal de Televisión), que argumentaba que la prohibición era desproporcionada y limitaba su libertad de expresión. Sin embargo, la Corte respaldó la decisión del CNTV, considerando que la protección de los menores es un interés superior que prevalece sobre la libertad de expresión de los medios de comunicación.