En Chile, tanto la Ley del Banco Central como la Ley de Protección al Consumidor establecen que los consumidores tienen el derecho de pagar por productos y servicios utilizando dinero en efectivo. Las empresas, en principio, no pueden negarse a recibir pagos en efectivo.
Es importante destacar que aquellos establecimientos que se nieguen a aceptar pagos en efectivo y no cumplan con esta legislación pueden enfrentar sanciones legales. Según lo mencionado en el artículo, se arriesgan a recibir multas de hasta 300 UTM, que equivale a cerca de 19 millones de pesos chilenos.
Es comprensible que algunas empresas puedan optar por reducir el manejo de efectivo como medida de seguridad, especialmente debido al aumento de la delincuencia. Sin embargo, esta decisión no debe implicar negar la opción de pago en efectivo a los consumidores, ya que esta práctica va en contra de las leyes establecidas.
En resumen, en Chile, las empresas tienen la obligación legal de aceptar pagos en efectivo, y los consumidores tienen el derecho de realizar transacciones en efectivo si así lo desean. Cualquier negativa a aceptar pagos en efectivo debe ser fundamentada en razones excepcionales y no debe ser la norma.