La hora de la verdad había llegado en lo que se refiere a uno de los platos fuertes de cada temporada para los amantes de esta disciplina. A saber, nos referimos a la resolución del título de una Premier League que se ha convertido en uno de los mejores torneos del planeta fútbol.
El Arsenal no se rinde
Así las cosas, los pupilos comandados por un esperanzado Mikel Arteta, cuyo trabajo está siendo fantástico, se habían enfundado el mono de trabajo para su “final” particular. En concreto, frente a un Everton que se ha ido sobreponiendo a diferentes adversidades y penalizaciones por el Fair Play Financiero a lo largo de esta campaña. Por su parte, el City recibía la visita de un West Ham United que ya ha anunciado el adiós de David Moyes al concluir el curso.
La irrupción de Phil Foden
La historia arrancaría de forma inmejorable para el City, todo ello merced a la irrupción del que ya ha sido designado como el MVP de la presente campaña en la Premier. A saber, un Phil Foden que inauguraría el electrónico en la primera acción del choque para desatar la euforia en el Etihad Stadium (1 – 0). Un sensacional futbolista que, al poco de rebasar el cuarto de hora de la batalla, pondría tierra de por medio con su doblete al convertir el 2 – 0.
Phil Foden engrandece el legado del Manchester City
El Arsenal busca la remontada
Una cuestión que ponía claramente en jaque a los gunners, especialmente porque eran incapaces de desarbolar el tremendo muro defensivo implementado por el estratega Sean Dyche. Es cierto que el Arsenal llevaba la iniciativa y estaba generando situaciones con sensación de peligro en el área rival, aunque estaban escasos de colmillo en el primer acto. De hecho, todo se pondría todavía más cuesta arriba a raíz de la diana de Idrissa Gueye con un libre directo (0 – 1).
Reserven las portadas. Porque mañana todas deben llevar su nombre, el de Phil Foden
El City lo tiene en sus manos
Sin embargo, las tropas de Arteta reaccionarían de inmediato merced al zarpazo de un Takehiro Tomiyasu que llevaría a buen puerto la asistencia filtrada por Martin Odegaard (1 – 1). Un gol que vendría acompañado por la obra de arte de Mohammed Kudus con una preciosa chilena, todo ello para meter presión a los de Pep Guardiola con el 2 – 1 en Mánchester. Sin duda, la “final” por el trofeo estaba al rojo vivo.
El City se corona campeón de la Premier League
De todos modos, ya en la segunda mitad, un futbolista superlativo, quien sigue haciendo méritos para ser tenido en consideración para el Balón de Oro, haría acto de presencia. Hablamos de Rodri Hernández, quien dejaría la historia bastante encauzada para unos Sky Blues que dependían de sí mismos (3 – 1). Por su parte, Kai Havertz se toparía con la madera para resignación de Arteta, aunque el germano daría el triunfo al Arsenal sobre la bocina (2 – 1). Una victoria que no sería suficiente porque el City, previo tanto invalidado a Tomás Soucek, haría los deberes ante el West Ham para proclamarse campeón de la Premier League por cuarto curso consecutivo.