Sabe que ahora mismo no es momento de poner en riesgo su físico porque un paso en falso puede poner en jaque el resto de la gira de tierra batida y lo más ilusionante para él, que es ganar un decimoquinto entorchado en el Abierto galo.
Sensaciones
«No era hoy que tenía que dejar todo y morir, en Paris que sea lo que Dios quiere. Allí espero ser competitivo y allí sí que es el momento. He tenido la ocasión de decir adiós al Godó jugando. Hace una semana pensaba que no podría volver a jugar aquí. El mensaje claro amtes del torneo era priorizar no tomar ningún riesgo. Lo importante era poder jugar y he jugado. Estar en pista es una gran noticia».
Partido
«Perdiendo el primer set no podía luchar por el partido y se acabó. Juego con lo que tengo y hay momentos que no tocan. A día de hoy, no me puedo permitir jugar un partido de tres horas«.
Planes de futuro y adiós al Godó
«Espero estar en Madrid en una semana. Acumular días de entrenamiento y dias de partidos. Lo normal es que haya sido mi último partido en Barcelona. La vida te marca el camino y a mí me la está marcando de manera bastante clara».
«Estoy bien, al final soy una persona bastante estable emocionalmente hablando. Tomo las cosas con filosofía y analizo las cosas de manera correcta. Yo siempre he respetado la historia de nuestro deporte y este torneo es de los que tiene más historia. He disfrutado muchísimo de jugar aquí. He conseguido ganar 12 veces, que es algo que era inimaginable».
Relevo
«Yo seguiré mi camino, esto es tenis. En el deporte van pasando las generaciones y vendrán otras. No hay ningún jugador más importante que los torneos clásicos e históricos. He tenido la suerte de escribir una bonita historia en el Godó y vendrán otros que intentarán superarla. Todo tiene un principio y un final, y no es un drama. Me duele porque me hubiera gustado luchar por el torneo. A nivel personal, para lo que viene, salgo reforzado. Lo del 6-1 en el segundo set es lo que tenía que pasar hoy».