Advertencia intimidante en un oasis de seguridad
En un acto perturbador, un cartel amenazante fue lanzado desde un automóvil frente al exclusivo country Funes Hills Miraflores, donde reside Ángel Di María junto a su familia durante sus visitas a Rosario.
«Dile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más porque si no le cagamos matando un familiar. Ni (Maximiliano) Pullaro te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muertos tiramos».
El mensaje es una clara advertencia contra el regreso del futbolista a su ciudad natal, en medio de sus declaraciones contra la violencia relacionada con el narcotráfico en Rosario.
Investigación en marcha: ¿Cómo penetraron los intrusos?
Las autoridades de Santa Fe y la justicia provincial están investigando cómo los intrusos lograron ingresar al área altamente segura del country y lanzar la amenaza al padre de Di María. El incidente incluyó disparos cuando el vehículo se retiraba rápidamente.
La Policía de Santa Fe y la Justicia provincial investigan cómo pudieron entrar y arrojar el mensaje al padre de Di María con una clara amenaza a su hijo.
Silencio de Di María: La incertidumbre persiste
Ángel Di María, actualmente en una gira con la Selección Argentina en Estados Unidos, no ha comentado sobre el incidente que ocurrió en las primeras horas del martes. Sin embargo, recientemente expresó su preocupación por la violencia en Rosario.
«Tengo a mis viejos y a mis hermanas ahí, lo que estuvo pasando me afecta, me choca un montón. Pero las ganas, las ilusiones y el deseo siempre están», dijo Di María a Espn.
Crisis en Rosario: La lucha contra el narcoterrorismo
Las amenazas de muerte en Rosario han aumentado desde que el gobernador Maximiliano Pullaro inició una campaña contra el narcoterrorismo. La ciudad está paralizada por los recientes asesinatos perpetrados por sicarios.
Caos y temor: La ciudad en alerta
La ola de crímenes, incluyendo los asesinatos de trabajadores como taxistas y conductores de autobuses, ha sumido a Rosario en el caos. Cierres de escuelas, transporte público suspendido y centros de salud cerrados son el reflejo del miedo que vive la ciudad.